Refrán popular de enunciación exclamativa que significa lo que enuncia. Se aplica para sancionar situaciones en las que algo se hace pasar por favor sin serlo. Equivale a: si pago por todo no debo favores. La primera parte del refrán sienta el presupuesto que subyace a la segundo parte formulada como pregunta. La respuesta es: "ninguno". Variante: "pan por mi dinero, no tengo que agradecer al panadero" (F. 110).