Refrán que aconseja en forma de una receta estructurada según el esquema del mal remedio. El refrán se refiere al caballo duro de boca o sea rebelde a la rienda. De él aconseja que no hay que castigarle demasiado. Se aplica a situaciones de rebeldía humana: el sentido del refrán entonces es una invitación a la diplomacia. Se trata, por tanto, de una pedagogía. Es refrán cuyo ambiente vital hay que buscarlo en el mundo ranchero.