Que todo tiene su antídoto o remedio: el de un burro es un indio y el de un indio es un fraile. Se aplica en situaciones de terquedad. Es un refrán que tiene la forma de una receta acuñado probablemente en la Nueva España al calor de las pugnas interétnicas, bajo el esquema del mal remedio. Probablemente es un refrán de origen criollo: la enunciación le va bien a un criollo. El refrán consta de dos partes cada una de las cuales empieza con "para": "para un burro", la primera; "para un indio", la segunda. También aquí hay una equiparación en el refrán entre burro e indio. El término medio, en todo caso, entre el burro y el fraile es el indio. Cada una de esas dos partes es un octosílabo.