Refrán popular que en forma declarativa significa lo que dice. Tiene rima consonante entre sus hemistiquios. Según la escatología judeocristiana, lo males que se padecen en esta vida se convierten, bien llevados, en méritos para gozar de una vida de felicidad en el más allá. Variantes: "pobre del pobre que al cielo no va: lo friegan aquí, lo friegan allá" (F. 66); "pobre del pobre que al cielo no va: lo muelen aquí y lo muelen allá" (F. 37).