Refrán ranchero que expresa no sólo lo que enuncia sino que según la importancia de la vereda es la importancia del rancho. Tiene la misma estructura y sentido paremiológicos que refranes del tipo de "por el hilo se saca el ovillo"; "por el sobrescrito se saca la carta"; "por el sobrescrito se conoce la carta"; "por el tule se conoce el petate"; "por el estornudo se conocen los pulmones"; "por las hojas se conoce el tamal que es de manteca"; "por la pluma se saca el pájaro".