Refrán de uso popular que tomando al azadón como símbolo de buscar su propia ventaja dice que trabajar para sí mismo es causa de gran contento. Tiene la forma de una declaración sentenciosa con rima asonante entre sus dos miembros. Rubio dice que este refrán significa "quererlo todo para sí; ver únicamente el interés propio" porque, después de todo, nadie rasca para afuera.