Frase gnómica que sentencia que, entre dos, tan mala es una persona o cosa como la otra. Tiene el mismo sentido paremiológico que refranes como "como la yunta de Silao, tan malo el pinto como el colorao" que acepta variantes como: "como la yunta del tío Silao: tan pendejo el pinto como el colorao"; "como la yunta de Silao: tan bueno es el pinto como el colorado"; "como la yunta de Silao: tan pendejo el pinto como el colorao"; "como la yunta de Juan Delgado: tan marrajo el pinto como el colorado". Según Rubio, el origen del dicho fue la pugna entre dos hospitales de México: la expresión significaba, entonces, que los dos eran igual de malos.