Refrán vulgar cifrado en lenguaje simbólico, según Rubio, y relativo a la fidelidad entre cónyuges en el sentido de "si tu pareja te es infiel, envenénala". En sentido paremiológico general, se usa para indicar que si te hacen un mal hazles otro. Tiene la forma de una expresión condicional: el primer hemistiquio expresa la condición; el segundo, en cambio, lo condicionado.