Fernando Serrano Migallón: El sistema de educación superior no ha crecido por capricho o coyunturas históricas

Lunes, 23 de Marzo de 2015

Por Carlos Reyes

La educación superior en México no es un ente aislado como se ha querido ver en los últimos años. Se trata de un sistema que ofrece una diversidad de opciones para cursar los estudios profesionales, que muy difícilmente puede encontrarse en otros países. El problema, argumenta Fernando Serrano Migallón, ex subsecretario de Educación Superior, es que no se les ha dado la difusión ni se les han dado los espacios necesarios para que puedan desarrollar el potencial para el que fueron creadas. Y en ese ámbito, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es uno de los pilares. Porque se trata de una institución sólida que ha sabido enfrentar sus retos y adaptarse a las modificaciones necesarias.

Y es que el ex director de la Facultad de Derecho de la UNAM puntualiza que esta institución ha sido un parteaguas en su vida, donde ha aportado desde sus tiempos de alumno, y posteriormente como académico, investigador y funcionario. En entrevista con Campus, Serrano Migallón habla de su trayectoria académica y profesional, y los recuerdos y desafíos que le han tocado en cada una de las instancias en las que le ha tocado desenvolverse. En este recorrido, habla de sus tiempos como abogado de la máxima casa de estudios, de su labor como docente, del aprendizaje que le dejan las nuevas generaciones, e incluso del aporte que le dejan éstos a su vida personal. El doctor en Historia rememora también sus días como Subsecretario de Educación Superior, durante los cuales le tocó enfrentar y desactivar el conflicto generado en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Asimismo, conversa sobre las expectativas que hay en torno al Instituto Alfonso Reyes, el cual se encargará de la enseñanza del español en el extranjero. Reconoce que puede tratarse de una instancia de suma importancia para el buen uso del lenguaje, por lo que desde ahora ya trabaja coordinando lo que será dicho instituto.

El panorama actual

Para Fernando Serrano Migallón, la educación superior en México goza de buena salud, sobre todo porque ofrece una serie de alternativas para realizar los estudios profesionales a miles de jóvenes en el país. “Quizá es uno de los secretos mejor guardados en el país, no hay ningún país en el mundo que tenga una gama de alternativas para los alumnos que quieran cursar una educación superior. “Hay universidades federales autónomas, hay universidades estatales autónomas, hay instituciones tecnológicas, universidades politécnicas, institutos politécnicos, escuelas normales rurales, escuelas normales citadinas, hay más de 12 alternativas para que los alumnos se desarrollen”, dice. “No se conocen a fondo, tal vez ésa ha sido la gran falla que hemos tenido, conocer a fondo qué es lo que tiene cada una de las alternativas con las que pueden contar, pero es inmensa y cada una tiene una faceta distinta. “Entonces, puede dar, cuando se plantea así, la idea de que es un cuerpo de educación superior amorfo, o que ha ido creciendo conforme a caprichos, o coyunturas históricas, y no es así, cada una tiene su razón de ser”, apunta el ex subsecretario de enseñanza superior. Y todas estas modalidades, explica, han surgido con una finalidad y aunque algunas modificaciones que han sufrido algunas de estas opciones, no son de su agrado, tiene su razón de ser. El caso del Instituto Tecnológico de México, que se creó el año pasado y tiene 500 mil alumnos, es un buen ejemplo de esta diversidad que pueden encontrar los jóvenes. Donde detecta el exfuncionario uno de los asuntos pendientes que deben resolver la educación superior, es el tema de la deserción, el cual es un reto no solo para el país, sino para toda la región de Latinoamérica. “En la deserción hay que poner una atención especial, ahora que se cumpla meta de llegar al 40 por ciento de cobertura, hay que poner énfasis en esto, estamos hablando que en los tres primeros años hay un 50 por ciento de deserción por lo menos en la UNAM y las instituciones similares”, enfatiza. Serrano Migallón apunta que éste es un factor que se debe evitar a toda costa para evitar la frustración de miles de jóvenes que abandonan sus estudios superiores. “Quien ha pasado una vez por la universidad, aunque no haya logrado obtener el título, se da cuenta del valor que tiene la educación superior y va a hacer que sus hijos lleguen a una institución de educación superior, pero también cargan con una frustración por no haber logrado concluir; ése es el segundo paso que debe dar la educación superior”, señala.

El papel de la UNAM

En ese contexto, explica Serrano Migallón, la UNAM siempre se ha mantenido sólida y fuerte, aún en los momentos de peores crisis. “Es una institución muy curiosa, una institución que 20 locos o si no locos, con intereses extrauniversitarios, pueden parar las actividades de la universidad o de parte de ésta, sin ninguna razón lógica, sin ninguna razón académica. “Pero al mismo tiempo, como en la huelga del año 2000, cuando era abogado general de la UNAM, después de 11 meses de estar cerrada, en cuatro días ya estaba funcionando, es una institución muy fuerte. “Quizá, aquí voy a ser un poco presuntuoso, no hay ningún otro país en el mundo que le deba tanto a su universidad como México a la UNAM, no digo que sea la mejor universidad del mundo, hay unas muy buenas, en Inglaterra, Francia, Estados Unidos, pero no tienen el peso que ha tenido la UNAM en la historia de México”, apunta. El encargado de coordinar el Instituto Alfonso Reyes, reconoce también que es una institución que ha llegado a su límite y es momento de pensar en otras alternativas de educación superior. Sin embargo, la universidad sigue siendo puntera en áreas como la investigación científica, en humanidades y en la enseñanza. Se trata, dice, de una institución que fue un parteaguas en su vida personal, profesional y académica; desde sus tiempos como alumno, hasta su etapa como funcionario.
“La Universidad Nacional, y en general la educación superior pública, además de enseñar o de dar las armas para desempeñar una profesión, forma a los alumnos, les da una concepción y una incursión en la realidad nacional que difícilmente una entidad privada lo hace. “Para mí fue un baño verdaderamente de civismo, de cultura, de conocimiento del país, de conocimiento de las ciencias sociales, de la realidad, de la historia, para mí fue un cambio radical en mi vida”, recuerda. Y en su recorrido por la UNAM, el ex subsecretario señala que una de las etapas que más le han dejado enseñanza, es su labor como docente.
Años más tarde, de su periodo como funcionario, Serrano Migallón recuerda con mayor aprecio, su posición como abogado general de la UNAM. “Es un trabajo muy honorífico, además que tiene mucho peso, un peso moral en el ambiente universitario, me sentí muy orgulloso cuando por primera vez el doctor Sarukhán me hizo abogado general, y luego el doctor De la Fuente. Aparte fue en dos momentos difíciles para la universidad y uno se siente realmente satisfechos de poder hacer algo por la UNAM”, apunta.

El instituto que viene

Tras su paso por la Secretaría de Educación Pública, como subsecretario de Educación Superior, Serrano Migallón sostiene que ahora uno de los retos que tiene es la puesta en marcha del Instituto Alfonso Reyes. “Es una idea que venía de hace tiempo, pero que no había cuajado, si nos dan los recursos y un poco de posibilidades para desarrollarlo, puede ser una instancia muy importante. “Aparte, económicamente no es tan caro, hace falta capital semilla para echarlo a andar, pero posteriormente, si no completamente autosuficiente, sí reunir los recursos necesarios para operar”, comenta. Una apuesta que ya han hecho otros países, como España, con el Cervantes, Portugal con el Camoes, Italia, con el Dante Aligheri, Alemania con el Goethe, además de las Alianzas Francesas. “Creo que en México aparte tenemos dos mercados o dos nichos de actividad muy importante, por un lado la inmensa cantidad, millones de hijos de mexicanos que viven en Estados Unidos y que quieren recuperar el idioma español.
“Ahí tenemos una labor social que hacer para que esos mexicanos que por alguna razón han olvidado su idioma materno lo recuperen, hay muchísimos extranjeros que saben la importancia del idioma hispano en el mundo y quieren aprenderlo”, señala.
Asimismo, hay una labor importante que es la promoción tanto interna como externa de las lenguas indígenas, las mismas que, desde el discurso oficial se les protege, se les alaba, pero realmente no hay una estructura de apoyo y promoción de estas lenguas. “Creo que por lo menos en estas áreas tenemos una posibilidad de desarrollo importante, hasta ahora el único que lo hacía en lengua hispana era el Cervantes, y no se trata de competir, sino de colaborar, podemos hacer tan buena labor como la del Cervantes”, comenta.

Por ahora, explica Serrano Migallón, ya trabaja en este organismo descentralizado, y que va a estar coordinado por la Secretaría de Relaciones Exteriores y la colaboración de la Secretaría de Educación Pública. “Ya tenemos el proyecto del decreto de creación, un plan de trabajo, estoy esperando poderlo presentar a los dos secretarios”, adelanta el exdirector de la Facultad de Derecho.

La experiencia del diálogo

Sobre su papel en las negociaciones para resolver el conflicto en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), que mantuvo a esa institución estancada durante varios meses, Serrano Migallón señala que se trató de uno de los momentos más complicados durante su estancia en la SEP. Un asunto, como él lo recuerda, bastante álgido, complejo, cuya mayor dificultad fue mantenerlo aislado para que no afectara todo el ámbito de la educación superior o del país. “Fue un trabajo muy difícil porque parte teníamos tres o cuatro principios que no queríamos que se fueran a modificar, que no se rompiera el diálogo, que no fuera un conflicto que se fuera a generalizar y que se fuera a contaminar con otros conflictos que se habían presentado en ese mismo momento en el país. “Yo creo que se mantuvo aislado, que se le dio solución o un camino para la solución, y que con la realización del Congreso Nacional Politécnico espero que todo salga bien”, finaliza.

¿Quién es Fernando Serrano Migallón?
 Fernando Serrano Migallón nació en la ciudad de México, el 25 de junio de 1945. Cursó las carreras de Derecho y Economía en la Universidad Nacional Autónoma de México. Obtuvo el Diploma de Estudios Superiores en el Instituto Internacional de Administración Pública de París, Francia, y el de Derecho Internacional Público en la Academia de Derecho Internacional de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Países Bajos. Doctor en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Fue director de la Facultad de Derecho de la UNAM de 2000 a 2004 y de 2004 a 2008. Ha sido miembro de la Junta de Gobierno de El Colegio de México; consejero del Consejo Directivo del Centro de Investigación y Docencia Económicas y consejero titular del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Es académico de número de la Academia Mexicana de la Lengua desde el 29 de septiembre de 2006 y de la Academia Mexicana de Jurisprudencia y Legislación. Es miembro honorario del Seminario de Cultura Mexicana.

Ha sido profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas y es investigador nacional por el Sistema Nacional de Investigadores. Hasta el 15 de diciembre de 2011 se desempeñó como secretario cultural y artístico del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) del gobierno mexicano. Además, ha desempeñado diversos cargos entre los que destacan: Gerente General Comercial del Aeropuertos y Servicios Auxiliares; Director General de Análisis e Integración Sectorial de la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas; Coordinador General Jurídico del Departamento del Distrito Federal; Director General de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial y Director General del Derecho de Autor y del Instituto Nacional del Derecho de Autor de la Secretaría de Educación Pública. Fue Subsecretario de Educación Superior desde inicios del actual sexenio hasta el año pasado, cuando aceptó presidir la comisión organizadora del Instituto Alfonso Reyes. En su gestión como subsecretario, se obtuvieron logros como el incremento en la cobertura en educación superior de un 28.6 por ciento a 34 por ciento, con una matrícula en licenciatura de tres millones 708 mil 455 alumnos. Además, se crearon 20 nuevas instituciones de educación superior, entre ellas siete universidades Tecnológicas; nueve universidades Politécnicas, tres Centros Regionales y un Instituto Tecnológico. En Educación Intercultural y Bilingüe se invirtieron 273 millones de pesos y se impulsó la automatización de trámites y servicios en materia de emisión de cédulas profesionales.

Para leer la nota original, visite: http://www.campusmilenio.com.mx/index.php/template/reportaje-y-ensayo/entrevistas/item/2721-fernando-serrano-migallon-el-sistema-de-educacion-superior-no-ha-crecido-por-capricho-o-coyunturas-historicas


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