- La Academia Mexicana de la Lengua recuerda la vida y obra de José Rogelio Álvarez, enciclopedista, humanista y miembro de número de la institución, a diez años de su fallecimiento.
- Gonzalo Celorio, Eduardo Matos Moctezuma, Silvia Molina, Vicente Quirarte y José María Murià subrayan la importancia de José Rogelio Álvarez en la vida cultural y social de México.
- El homenaje se transmitirá el próximo 14 de septiembre a las 13:00 horas, a través de las cuentas de Facebook y YouTube de la institución.
José Rogelio Álvarez fue un hombre sabio, culto, universal, sensible, magnético, generoso, entrañable y elegante; así lo recuerdan Gonzalo Celorio, Eduardo Matos Moctezuma, Silvia Molina, Vicente Quirarte y José María Murià, en el homenaje que la Academia Mexicana de la Lengua organizó para conmemorar la vida y obra del impulsor y director de la Enciclopedia de México, obra magna, publicada en doce tomos, en 1977.
Enciclopedista, renacentista (en toda la expresión de la palabra), José Rogelio Álvarez fue elegido miembro numerario de la Academia Mexicana de la Lengua en 1988 y leyó su discurso de ingreso en 1992, dedicado al historiador Manuel Orozco y Berra. Durante su estancia en la AML se ocupó de responder las consultas lingüísticas que llegaban a la institución y publicó muchas de las respuestas a las mismas en el diario Excélsior.
De José Rogelio Álvarez, Gonzalo Celorio destaca su labor enciclopedista y el conocimiento que tenía de México, en sus diversos aspectos. Vicente Quirarte hace notar su elegencia de espíritu, vestido y vida. Matos Moctezuma subraya la defensoría que llevó a cabo del patrimonio nacional y del arte popular. Silvia Molina da cuenta de su sensibilidad y del amor que tenía por los libros. José María Murià resalta su labor como responsable de la Comisión de la Costa del estado de Jalisco y como secretario particular de Agustín Yáñez, cuando el autor de Las tierras flacas fue gobernador de esa misma entidad.
Además, los participantes en el homenaje nos platican cómo eran las tertulias del convento a las que asistían mensualmente, y cuya anfitrionía estaba a cargo de José Rogelio Álvarez; cómo era la casa donde se reunían, y cuál era la visión del hombre que, además de lo mencionado, se caracterizó por sus bigotes enhiestos y su corbata de moñito.
La Academia Mexicana de la Lengua continuará con sus trabajos vía telemática. Puede ser consultada a través de su página web (academia.org.mx), y en sus cuentas de Twitter (@AMLengua), Facebook/AcademiaMexicanaDeLaLengua y YouTube (Academia Mexicana de la Lengua).
