Guadalupe Martínez
Guadalajara, Jalisco. Desde la apreciación y experiencia del académico y escritor Gonzalo Celorio la literatura latinoamericana pasó de moda. Explicó que esta situación se debió a diversos factores, entre ellos, las grandes editoriales, que de alguna forma limitan que los títulos sean realmente accesibles para los lectores de otros países.
“Las grandes editoriales y los grandes consorcios editoriales que pudieran tener distribución en toda América Latina distribuyen en sus filiales de sus respectivos países sin que rebasen esas fronteras, y he de decir que lo mismo hace el Fondo de Cultura Económica porque cuando hay una filial en Argentina, y Argentina publica títulos, esos títulos que publica en Argentina no se pueden vender en México de la misma manera que una gran cantidad de títulos publicados en México no se venden en Argentina”, argumentó el director de la Academia Mexicana de la Lengua.
Otra de las situaciones que dibujó en esta crisis es la falta de interés por estudiar e impartir cursos sobre literatura hispanoamericana a pesar de que hoy más que nunca se publican títulos.
“Hay una producción literaria como nunca antes, yo creo que cada año se duplica el acervo. Es muy impresionante cuando uno piensa que en toda la época colonial, decía Ricardo Cañuela, en todo el Virreinato, sólo se publicaron 8 mil títulos, según recuerdo. 8 mil títulos es lo que se publica ahora en dos meses en cualquier país de habla española”, señaló.
En este sentido, el escritor Jorge Volpi expuso que actualmente es muy difícil para los mexicanos poder leer libros de autores guatemaltecos o costarricenses, pues no se tiene el acceso a literatura de esos países.
“Eso en el ámbito latinoamericano lo vemos con enorme claridad, sigue siendo muy difícil que los libros de escritores guatemaltecos circulen en México, o los de los mexicanos en Colombia, o los de los colombianos en el Perú y así a lo largo de todo el continente”, ejemplificó.
Desde el punto de vista de Jorge Volpi, la literatura latinoamericana dejó de existir desde la generación de Roberto Bolaño, y explicó que en la actualidad ya no se forma a los escritores bajo las tradiciones literarias de leer a los grandes escritores de América Latina.
“Actualmente un autor latinoamericano ya no responde naturalmente frente a la tradición latinoamericana o en lengua española a la que respondían los escritores del Boom, o a la que respondió la generación de Bolaño, y vagamente la mía. En los más jóvenes está prácticamente desaparecida la formación misma del escritor pues ya no está basada en responder a esa tradición y es ahí donde el mercado está jugando todo este problema”, subrayó.
Por su parte, Antonio Soler confirmó esta situación al señalar que ha encontrado libros realmente interesantes fuera de España, publicados por editoriales que irónicamente tienen su sede en Barcelona, pero no los venden en el país europeo.
“Veo que hacen ediciones para México, Argentina y Perú pero no por falta de calidad sino por criterios que supongo son comerciales o de publicidad, no aparecen en España; y al revés evidentemente. Entonces yo creo que hay una especie de sordera donde la literatura paga los beneficios comerciales”, puntualizó.
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