Según la definición del verbo sangrar en el ámbito editorial, la sangría consiste en empezar un renglón más adentro que los otros de la plana, como se hace con el primero de cada párrafo. No hay reglas en el uso de la sangría, sino únicamente criterios editoriales para utilizarla. Dichos criterios pueden variar entre las editoriales, instituciones, oficinas, compañías, universidades, etc., sin que unos sean más o menos correctos que otros. Se recomienda mantener uniformidad en el criterio adoptado.