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Con motivo de la conmemoración del segundo aniversario luctuoso de Alí Chumacero, el pasado 31 de octubre en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas se llevó a cabo un homenaje en el que participaron Hugo Gutiérrez Vega, Emmanuel Carballo y su hijo Luis Chumacero para recordar al autor de Palabras en reposo por medio de anécdotas, hicieron referencia a su labor en el Fondo de Cultura Económica, a una entrevista inédita y al acervo de su biblioteca.

Hugo Gutiérrez Vega se refirió a Chumacero como un maestro, pero también como compañero de parrandas pues “era un gozador de la vida y de las buenas y malas palabras... Me enseñó mucho no sólo en conversaciones, conferencias, reuniones y notas de lectura, sino en sus tres libros (Páramo de sueños, 1940; Imágenes desterradas, 1948; Palabras en reposo, 1956), en los que mostró un universo poético, tremendamente rico lleno de sugerencias y absolutamente original”.

Por su parte, Emmanuel Carballo comentó que Chumacero es una de las voces más limpias y trascendentes producidas a la mitad del siglo XX; un ejemplo de responsabilidad; su obra evidencia un afán nunca saciado de pureza que lo llevó a cuidar hasta los más pequeños detalles del poema.

Luis Chumacero, hijo del homenajeado, habló sobre la biblioteca de su padre y manifestó “que una biblioteca es la biografía de un lector, en el caso de mi padre no sólo estaban sus intereses en cuanto a disciplinas y autores sino su curiosidad y afán de sacar a la luz la misión que habían emprendido editores en los siglos XIX y XX para difundir parte de nuestra producción cultural”.

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