El mundo del libro enfrenta una transformación inédita; luego de ser una industria estable durante más de dos siglos, en la que había una forma muy establecida de publicar, promover a los autores, ejercer la crítica o propiciar el relevo generacional, ahora todo está estrechamente vinculado al desarrollo de las nuevas tecnologías y, en especial, de internet.
“Siempre es muy difícil juzgar su tiempo”, asegura Ricardo Cayuela Gally, director general de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (DGP-Conaculta), “pero no tengo duda que internet llegó para quedarse y que la cultura, a partir de ahora, va a ser distinta para siempre.”
Frente a esa realidad, las instituciones públicas tienen la opción de permanecer sólo como observadoras o “apoyar políticas públicas adecuadas para aprovechar las nuevas herramientas sin destruir el viejo mundo”, lo que se pretende a través de la tercera edición del Simposio Internacional sobre Libro Electrónico “La cadena del libro en el mundo digital”, a desarrollarse del 10 al 13 de septiembre en el Museo Nacional de Antropología.
“El mercado español, francés, alemán, europeo en general, está muy lento, les está costando mucho. Los grandes proyectos españoles no han fructificado y lo notorio es que dejarlo todo al libre arbitrio del mercado puede ser peligroso para la industria y que es necesario el acompañamiento de las instancias públicas: si no participas, todo queda para unos cuantos distribuidores poderosísimos, que muchas veces no pertenecen al mundo del libro, están más cerca de la tecnología y lo ven como un objeto más de comercio.”
Desde su perspectiva, aún no se cuenta con una idea resuelta de lo que sucederá con el libro digital, por lo cual es necesario abrir el debate desde una instancia oficial, e impulsar la presencia en la vida cotidiana, porque al final la tecnología no está esperando a ver si la sociedad mexicana está lista o no para el cambio digital.
“Creo que somos autocomplacientes, que en México vamos más rápido de lo que parece. Más de 40 por ciento de la población tiene acceso a internet. En los jóvenes es un instrumento normal y cotidiano, independientemente de su posición socioeconómica, pero no se vale detenerte en algo que va a crecer y va a abarcar a la mayoría”, a decir de Cayuela Gally.
Una agenda digital
El simposio girará en torno a tres puntos, temas de las conferencias magistrales: la transformación de la lectura en el mundo digital, las ventajas y oportunidades del libro digital en el mundo contemporáneo y el papel del editor tradicional en las nuevas formas de producción editorial.
Los encargados de dichas conferencias serán Roger Bartra, Arcadi Espada y Hernán Casciari, cuyas reflexiones estarán complementadas por mesas redondas acerca de la comercialización de libros electrónicos, los escritores ante las plataformas digitales o el comportamiento de los lectores y la formación de públicos.
Entre los invitados se encuentran el director de la Biblioteca Luis Ángel Arango de Colombia, Alexis de Greiff; el editor argentino Alejandro Katz; el director de Google Latinoamérica, Andrew Littel; además del director de Contenidos de Amazon para Latinoamérica, Pedro Huerta, y los investigadores mexicanos Alejandra Pellicer y Rosalía Winocur, por mencionar sólo a algunos.
“Los debates no terminan con el simposio, sino que en cierto sentido arrancan gracias a él.”
Durante la inauguración del simposio, adelantó Cayuela, se darán a conocer algunos puntos concretos de la agenda digital de la actual administración, donde lo más importante es poner al servicio de la sociedad el acervo cultural y el patrimonio nacional.
Sin precisar el presupuesto asignado a la organización del simposio, el director general de Publicaciones destacó que será mucho menor que en años anteriores, “no se trataba de hacer un despliegue del Estado petrolero que puede pagar lo que sea, sino que vienen a una actividad puntual: hay un esfuerzo de austeridad en un encuentro que será igual o más útil que en ediciones anteriores”.
Diálogo con América Central
Luego de haber concluido la participación de México como invitado de honor de la Feria del Libro de Costa Rica, Ricardo Cayuela destacó la importancia de regresar a un territorio que nuestro país había olvidado, “algo inaceptable”.
“Vivimos pendientes de Estados Unidos y de Europa y no nos damos cuenta que nuestros verdaderos vínculos afectivos e históricos son con Centroamérica: hay una especie de prepotencia del hermano mayor ridícula e inaceptable, porque se trata de un territorio que es la gran oportunidad de crecimiento para nuestra industria editorial.”
En Costa Rica estuvieron presentes cerca de 30 autores, en el pabellón mexicano se vendieron más de 2 mil 200 libros, lo que pareciera poco pero representaron uno de cada tres libros que se vendieron en el encuentro editorial, y en especial se contribuyó a que la feria pueda permanecer.
Dentro de esa mirada hacia América Central, se tiene contemplada la presencia de la cultura y la industria editorial mexicanas en Panamá, para el próximo año, y en El Salvador, para el 2015.
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