Una de las hipótesis más difundidas sobre el origen de la palabra Guanajuato es que derivó de la unión de las voces tarascas o purépechas kuanhasï, que significa ‘rana’, más juata, que significa ‘cerro’ [Vocabulario del idioma purépecha, de Maxwell Lathrop, Instituto Lingüístico de Verano, México, 2007] y en conjunto quiere decir ‘cerro de las ranas’. A partir de la unión de kuanhasï + uata surgió la palabra Kuanhasïuatu, que, por medio de varios procesos lingüísticos (por ejemplo, el cambio de la u final a o) dio origen a Guanajuato.
Los tarascos —según la Historia breve de Guanajuato, de Mónica Blanco, Alma Parra y Ethelia Ruiz (México: FCE, 2000/2012)— estuvieron en Guanajuato aproximadamente desde 1350 hasta poco antes de la llegada de los españoles. Así, es posible que durante esta época haya surgido el nombre Kuanhasïuatu, para denominar a la región. Fue, sin embargo, hasta 1570 cuando se fundó el pueblo Santa Fe de Guanajuato y el 26 de octubre de 1679, por decreto del virrey Enrique de Rivera, se le otorgó a Guanajuato el título de Villa de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato.