de que los hay, los hay; el trabajo es dar con ellos
de que tocan a llorar, no hay más que ocultar las lágrimas
de que tocan a llover, no hay más que abrir el paraguas
de repente, ni el diablo lo siente
de rincón a rincón, todo es colchón
de sembrar y de casar, no quieras consejos dar
de tal jarro, tal tepalcate
de todos modos, Juan te llamas
de valientes y glotones, están llenos los panteones