no hay que fijarse en lo ancho de la puntada, sino en lo fuerte de la costura
no hay que matarse con aparejo ajeno
no hay que meterse en honduras, ni yendo p'a Guatemala
no hay que morderse la lengua
no hay que pandearse, aunque llueva de ladito
no hay que revolver el agua hasta que se enturbie
no hay que tener vivezas de pendejo
no hay que tenerle miedo al rayo, sino a la raya
no hay que tratar potro en barriga de yegua